La armonía del pueblo y la memoria ancestral indígena se encuentra afectada, los frutos nativos y las semillas autóctonas, están en peligro de extinción… Su gobernante máximo líder, permite que intrusos lo engañen con semillas contaminadas y de esta forma su cultura transmute. La madre tierra se está envenenando. El experimento genético pone en riesgo la soberanía alimentaria del pueblo, el caos gobierna y solo la resiliencia, la unión del pueblo y la memoria ancestral, son la única arma que tienen para crear un despertar hacia un uso racional del territorio.